Lo que comenzó como una reveladora experiencia en un intercambio Erasmus, se está convirtiendo poco a poco en una parte muy importante de nuestro modelo educativo y de convivencia, fomentando una mayor unidad y empatía entre nuestro alumnado.
La chispa de Ubuntu se encendió a principios del curso pasado. Fue durante un intercambio Erasmus en Bragança, Portugal, cuando descubrimos de primera mano el poder de esta metodología. Vimos cómo estudiantes y docentes abrazaban los principios de Ubuntu – «Yo soy porque nosotros somos» – logrando resultados excepcionales en la cohesión del alumnado y en la gestión de la convivencia.
Inspirados por esta exitosa aplicación y con la firme convicción de su potencial, decidimos trasladar esa metodología e introducirla dentro de nuestro centro.
La acción no se hizo esperar en el IES Punta del Verde. A principios del curso pasado, se organizó una intensiva semana de formación. Alumnado interesado del centro, junto a tres profesores comprometidos, se sumergieron en los fundamentos y prácticas de Ubuntu.
Tras dicha formación, la motivación y respuesta del alumnado fué sorprendente, proponiendo múltiples actividades a lo largo del año, ansiosos por poner en práctica lo aprendido y construir una comunidad más fuerte.
Sin embargo, no todo fue un camino fácil. Nos encontramos con un importante desafío organizativo, ya que al ser alumnos de distintos grupos de 4º de la ESO, la realización de estas actividades implicaba que debían salir de sus clases habituales.
Esos desafíos iniciales no mermaron el entusiasmo, sino que impulsaron una decisión estratégica. Tras el éxito e interés entre el alumnado por el contenido de Ubuntu, y las dificultades a las que se enfrentaron para llevarlo a cabo, el centro decidió este curso darle un espacio permanente introduciendo la metodología Ubuntu dentro de la materia optativa de 4º de la ESO de Aprendizaje Social y Emocional.
Este enfoque permite que profesores y profesoras formados específicamente en dicha filosofía guíen a los alumnos que, a principio de curso, eligieron libremente esta materia.
A lo largo de este curso, cuatro profesores del centro han realizado el curso de formación de dinamizadores Ubuntu, lo que les ha permitido profundizar aún más en los contenidos y la metodología.
«Gracias a esta formación terminaremos de dar estructura a la materia», afirma Nuria Cortés, jefa de estudios del centro y una de las impulsoras de la filosofía Ubuntu en el instituto, además añade “lo que asegura una base sólida y una enseñanza de calidad para los alumnos”.
La aventura Ubuntu en «El Punta del Verde» con el alumnado de 4º de la ESO comenzó con un grupo inicialmente poco cohesionado y no muy participativo. Sin embargo, la metodología ha demostrado su poder transformador. Poco a poco, durante el primer trimestre, los estudiantes se fueron motivando, sentando las bases para el trabajo de los cinco pilares de Ubuntu.
En el segundo trimestre, el foco se puso en la mediación. Los alumnos tuvieron la oportunidad de aplicar directamente valores clave de la filosofía Ubuntu como la empatía, el liderazgo y la resolución constructiva de conflictos, desarrollando habilidades interpersonales de gran importancia para sus vidas.
Finalmente, en el tercer trimestre, la atención se ha centrado por completo en el servicio a los demás. Los alumnos han tenido que proponer un proyecto para llevar a cabo esta labor, tanto dentro del propio centro como en nuestro barrio. Han disfrutado de maravillosas experiencias, como la realización de actividades con el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, con ancianos de una residencia, o con sus propios compañeros del instituto.
«Han sido experiencias muy bonitas y enriquecedoras», comenta Rafael Álvarez otro docente que ha recibido la formación, añadiendo que «todos hemos disfrutado y estamos satisfechos, y los alumnos están orgullosos por haber sido útiles y por su propio trabajo.»
Los resultados de esta nueva estructura son prometedores. Ha consolidado un ambiente escolar más empático y colaborativo, reflejado en la creciente participación en estas iniciativas de servicio y la materia ha generado un espacio seguro donde los alumnos pueden explorar su identidad y su relación con los demás, fortaleciendo sus habilidades sociales y emocionales a través del servicio a los demás.
Ubuntu no es solo una teoría, es una práctica viva que está demostrando su capacidad para construir comunidades más fuertes y resilientes, donde cada individuo reconoce su valor a través de la conexión con los demás.
«Este proyecto de introducir la materia dentro del currículum, creemos que ha sido un acierto y animamos a otros institutos a hacerlo», afirma Manuel Caro, uno de los profesores que se ha formado. Esta declaración subraya la convicción de que la filosofía Ubuntu no solo mejora la convivencia y el aprendizaje dentro de las aulas, sino que también equipa a los jóvenes con herramientas esenciales para la vida, fomentando valores como la empatía, la cooperación, la responsabilidad social y, fundamentalmente, el servicio activo a su entorno.
«Esperamos el curso que viene volver a tener el éxito del presente y que más alumnos del centro puedan seguir formándose en la metodología Ubuntu», concluye Andrea Méndez coordinadora de Convivencia quien también ha recibido la formación Ubuntu, “reafirmando su compromiso con un modelo educativo que va más allá de lo académico, apostando por la formación de ciudadanos comprometidos y empáticos”
El éxito en Bragança sirvió de inspiración, y ahora, El Punta del Verde está escribiendo su propia historia de Ubuntu, superando obstáculos y demostrando que la empatía, la colaboración y el servicio a la comunidad son las verdaderas claves para desarrollar las competencias para el Siglo XXI necesarias para nuestro alumnado, y una experiencia de éxito en nuestro instituto que queremos compartir con otros centros educativos.
Artículo del I.E.S. Punta del Verde