«A nosotros los mayas nos enseñan desde pequeños que nunca hay que tomar más de lo que necesitas para vivir” Rigoberta Menchu
Rigoberta Menchu Tum nació el 9 de enero de 1959 a la orilla del bosque nuboso de Chimel en Guatemala, donde la tradición ancestral se transmitía de generación en generación, en contacto directo con la madre naturaleza. Nieta de mayas, admiró desde siempre a sus ancestros. Habla con ellos, practica sus enseñanzas y trata de vivirlas. Una de ellas es saludar al sagrado día, una oportunidad de conectar con la madre naturaleza. También nació en un momento histórico de discriminación racial, violencia, tortura y muerte que sufrió en su familia y determinó su futuro como líder indígena y activista.
Creció en un país afectado por un conflicto armado. Durante su infancia y juventud sufrió pobreza y discriminación racial. Trabajo y aprendió a cortar café y algodón desde muy pequeña. A los 16 años trabaja de empleada doméstica en una casa particular. Mas tarde gana una beca y se va a un internado. Pierde a gran parte de su familia: su madre y su hermano mayor fueron torturados y asesinados por los militares, y su padre quemado vivo durante una protesta.
Rigoberta se involucró en diversas causas sociales y fue participante en foros internacionales para denunciar las desigualdades económicas, sociales, culturales y políticas dentro de su país. Desde 1977 comenzó a militar en el Comité Unidad Campesina, integrándose formalmente en 1979; durante este periodo el ejército nacional llevaba a cabo una campaña contra la población sospechosa de pertenecer algún grupo armado, fue en ese momento cuando se vio obligada al exilio en México. Desde este país se dedicó a denunciar a nivel internacional la grave situación de los indios guatemaltecos, contribuyendo a la elaboración de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en la ONU.
El 10 de diciembre de 1992 le fue otorgado, el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose así en la primera indígena, y en la más joven, en recibirlo. Con el dinero instituyó la Fundación Vicente Menchú, cuya misión es contribuir a recuperar y enriquecer los valores humanos para la construcción de una ética de paz mundial, a partir de la diversidad étnica, política y cultural de los pueblos del mundo.
Su objetivo ha sido siempre la defensa de valores para la construcción de una ética de paz mundial, a partir de la diversidad étnica, intergeneracional y cultural. Su trabajo en defensa de los derechos humanos ha sido destacado con su nombramiento como embajadora de buena voluntad de la UNESCO y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Hoy en día, Rigoberta Menchú sigue luchando para promover el diálogo y la justicia social en Guatemala y persiste en la búsqueda de alternativas para reforzar la participación activa de los pueblos indígenas en la toma de decisiones sobre sus necesidades y sus derechos.
Actualmente es integrante activa de la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel de Paz (de la cual es cofundadora) y de la Fundación Peace Jam, así como miembro fundadora de la Asociación Política de Mujeres Mayas
Entre los libros que ha escrito y donde refleja su vida y pensamiento destacan: “Me llamo Rigoberta Menchu y así me nació la conciencia”, “Rigoberta: la nieta de los Mayas” y “El vaso de miel”, donde reúne leyendas mayas.
Rigoberta es un referente en la metodología Ubuntu. Alzando su voz y rompiendo el silencio en defensa de los derechos humanos inspira, en tiempos de deshumanización, a muchas personas a sintonizar profundamente con su activismo social.