En Ubuntu nos gusta pensar que estamos conectados por la amabilidad. Es parte de nuestra herencia ancestral ayudarnos unos a otros, trabajando juntos para sobrevivir. Cuando somos amables con los demás aumenta nuestro bienestar, nuestra confianza y nuestra satisfacción con la vida.
A través de la ética del cuidado podemos entrenar y practicar la amabilidad con uno mismo. Estas son algunas propuestas para aplicar:
Recordarme tomar un descanso para respirar, dar un paseo por el parque, hablar con una amiga o recibir un abrazo de un ser querido.
Estar atento y abierto a la experiencia sin juicios, sin etiquetas, sin prisas, únicamente con atención plena.
Generar sentimientos positivos en mí, creando oportunidades en cada acción cotidiana como, sonreírme, hablarme amablemente a mi mismo, con afecto, poniendo el foco en lo que ya tengo, en vez de en lo que me falta.
Anotar al final del día algunos momentos significativos en los que me cuide hoy.
Practicar la gratitud, dándome gracias a mí mismo, aumentando mi conciencia.
El mundo actual puede resultar a veces algo estresante, practicar la amabilidad ayuda a construir un sentido de conexión hacia uno mismo, fortalece la atención y favorece la regulación emocional. Beneficios que pueden convertirse en “semillas” que plantar cuando nos relacionamos con los demás.