La influencia de la biografía de Nelson Mandela en la estructuración de la metodología Ubuntu resulta evidente. Hoy nos detendremos en el pilar del autoconocimiento.
Madiba desarrolla a lo largo de su vida este proceso de conocerse mejor y confiar en sus habilidades, en sus sueños y convicciones. Durante los 27 años que está en prisión ve una oportunidad en estas circunstancias difíciles que hay que aprovechar, tal y como manifiesta a su esposa Winnie en febrero de 1975 en una carta que la envía:
“(…) La celda es el lugar ideal para conocernos a nosotros mismos, para profundizar y regular de manera realista los procesos de nuestra mente y sentimientos. (…) Como mínimo, si no nos da nada más, la celda nos da la oportunidad de analizar todos los días lo que nos pasa y desarrollar lo que podemos tener bien”.
El Mandela que salió de Robben Island era muy diferente al que entro allí. Uno de sus compañeros de viaje durante aquella experiencia reconoció que había salido un hombre mucho mejor, con más sabiduría, consideración y humildad. Y a la pregunta ¿por qué esta transformación?, respondió: “por el contacto con los demás presos”.
Para Mandela, como para cada uno de nosotros, su “construcción” se desarrolla en la relación con los demás. Por tanto, en la metodología Ubuntu el proceso de autoconocimiento no excluye al otro. Al contrario, lo convierte en parte esencial. Me conozco (también) a través y con los demás.