Este mes Norma Moreno González nos concedió una entrevista en la que pudimos conocerla mejor. Norma vive en Méjico, es madre de un niño de 13 años y su mayor motivación ha sido siempre ser educadora popular haciendo trabajo comunitario con enfoque de derechos humanos. Comunicóloga por la UNAM de Méjico y Especialista en comunicación educativa en Colombia, ha colaborado en conformar grupos de brigadas de derechos humanos en su país.

Hola Norma, bienvenida nos encantaría saber algo más sobre ti

Hola, pues siempre he estado muy interesada en trabajar por la dignidad humana. Siempre observe que el asunto de la dignidad se materializa cuando las personas pueden ejercer sus derechos. En la universidad hice mi servicio social durante un año en organizaciones de derechos humanos y esto ayudo a profundizar mi carácter porque soy hija de sindicalista y nieta de campesina que organizaba la recuperación de tierras para otros campesinos.

¿Como llega a ti la metodología Ubuntu?

Fui consciente de Ubuntu en una invitación que me hicieron desde un colegio de Bogotá, viví en Colombia 12 años, para participar en un congreso donde me pidieron que hablara de “Dignidad”. En ese momento yo trabajaba en el Área de Responsabilidad Social de la Universidad Minuto de Dios de Bogotá donde promovíamos actividades y espacios donde las personas pudieran fortalecer su dignidad y proponíamos revisar y transformar cualquier espacio que vulnerara esta dignidad. Indagando más para preparar mi presentación me encuentro con la filosofía Ubuntu, que está profundamente relacionada con la dignidad humana. Después de participar en este congreso, en 2018 llega Ubuntu a Colombia, concretamente a Medellín y. más tarde a Bogotá. El equipo de Ubuntu participa en un Encuentro de Universidades que promueven la responsabilidad social donde personas de IPAV difunden esta hermosa filosofía de vida.

¿Cuál fue tu primer paso en la comunidad Ubuntu?

Al encontrar Ubuntu nos forman a un grupo de 50 profesores del sistema educativo en Colombia y así conozco la metodología de manera más profunda. Me quedo impactada ya que condensa aspectos en los que he trabajado toda mi vida, además aterriza los conceptos y realiza un trabajo individual y colectivo al mismo tiempo que me emociona. Por otro lado, incluye a referentes a los que he admirado mucho como Malala, Martín Luther King y Mandela. Aunque lo que verdaderamente me fascina de esta formación son los testimonios de los invitados que participan en trabajos comunitarios transformando el mundo.

¿Qué más puedes contarnos de los testimonios Ubuntu?

Cuando te llega una persona que hace un trabajo con niños y adolescentes en un barrio que vive bajo el dominio del crimen y sientes que esa persona es una luz para ese grupo de personas que viven allí, ya que les acoge con afecto, con amor y con respeto, ahí está, eso es Ubuntu. Además de transformar cuestiones estructurales comienza a compartir un trato digno con las personas que están necesitando una mirada compasiva y amorosa. Escuchando estos testimonios en la formación, día a día, me lleno de felicidad, emoción, entusiasmo y esperanza.

En el caso de los educadores ¿Qué papel puede jugar Ubuntu en la comunidad educativa?

Como educadora siento que esta metodología permite aterrizar y materializar muchas ideas que a veces en el campo educativo formal no se ven porque está limitado por trabajar objetivos de otro tipo. Ubuntu te permite ser parte de un universo formativo y complementario para las personas que están al frente de procesos comunitarios y educativos. Muchas veces estas personas tienen dudas sobre su actuar, sobre su estar, sobre como acompañar, y a veces pierden el foco, el objetivo trascendental del ser y Ubuntu les permite desarrollarlos.

¿Cuáles son los puntos clave que deberían conocer y aprender los jóvenes sobre Ubuntu?

A cualquier joven le diría que esta es una posibilidad que tienes para fomentar y fortalecer lo que tienes muy adentro, como tú quieras llamarlo. Eso que te impulsa a mirar con pasión y con búsqueda de justicia. Es una forma de fortalecer tus habilidades como persona. Le diría también que, gracias a esta filosofía, en Sudáfrica, por ejemplo, personas con puntos de vista irreconciliables ideológicamente y éticamente hablando pudieron encontrar un lugar común para dialogar y respetar la dignidad de todas las personas. Es una manera de revisarnos amorosamente, desde el corazón, una oportunidad única acompañados de una comunidad que te va a sostener en este proceso para que des los pasos que tu consideres. Ubuntu es un bálsamo en el que puedes transitar con confianza y mirar lo que aportas y no a las otras personas.

¿Crees que las personas necesitan de Ubuntu? ¿Por qué?

Sí, claro. Ubuntu va a transformar en ti y en los demás aspectos que alimentan un propósito mayor, que es reconocernos todos como humanidad, con atención, cuidado y condiciones de igualdad de justicia para todos.

Se habla mucho de que el mundo en línea no es igual que el presencial, tú que has liderado programas Ubuntu en línea ¿Qué puedes compartirnos al respecto? ¿Cuál ha sido tu experiencia?

Mi experiencia siendo parte de la secretaria ejecutiva de Ubuntu en América Latina, es que cuando comenzamos con la modalidad digital en pandemia en 2020, en el primer año llegamos con programas digitales Ubuntu a 13 países. Actualmente en la mayoría de los lugares que se llegó entonces digitalmente, ahora se va a llegar presencialmente.

Es tan poderoso el mensaje y las personas que están formadas en la metodología son tan responsables, que la modalidad digital abrió un puente de relación con personas que de otra manera no hubiera sido posible en esas circunstancias. En ocasiones además de las formaciones también hemos celebrado eventos digitales con hasta 11 husos horarios distintos donde encontrarnos para charlar, trabajar, unirnos sobre temas actuales que están sucediendo como por ejemplo cuando llego la guerra en Ucrania. Momentos para unirnos y estar al servicio de los demás.

La experiencia digital nos permitió y permite hacer cosas de distinta forma a la habitual, conocer personas que de otra manera no sería posible y continuar construyendo puentes de relación.

¿Qué impacto crees que pueda tener en los jóvenes y la comunidad educativa los programas de Ubuntu a lo largo del tiempo?

Ubuntu es una experiencia donde cuando pase tiempo hay una memoria emocional de la vivencia, en ese lugar me sentí escuchada, en ese proceso pude conectar con quien no me imagine, o surgió el respeto mutuo donde no lo esperaba, etc. Ubuntu ofrece un lugar seguro para expresarse, para crecer, para comprender que son como personas.

¿Qué es lo que más ha arraigado en ti de la metodología Ubuntu?

La escucha empática y aprendí muchísimo sobre la empatía. Entendí que la empatía no es plana y que hay varios estadios de la empatía cognitiva. Tratar de comprender a la otra persona cuyos sentimientos nacen de una historia personal que tu no conoces y que hay que escuchar sin cuestionamientos y con atención. Y hacerle sentir que tú vas a estar allí para escucharle y acompañarle en lo que necesite, eso a mí me cambio el mundo totalmente. Solía ser la persona que siempre tenía la respuesta, que siempre sabia decir a los demás que tenían que hacer, con Ubuntu me di cuenta de que esta acción no es respetuosa, no es ético y no promueve la autonomía de la persona.

Si tuvieras la oportunidad de hablar con Nelson Mandela ¿Qué le dirías?

Le diría “ven, baila conmigo”. Seria reconocerle como otro ser humano, la escucha, la paciencia para llegar al ritmo hace que el baile fuera mi propuesta. Con Ubuntu entendí que la conexión con otras personas ha de ser a nivel humano, con cosas que tienen que ver con lo cotidiano y que reflejan tu carácter como persona. Por eso le diría “ven, bailemos”. En la película de Invictus él baila en una escena y transmite un reflejo de una persona muy alegre.

Muchas gracias por tu tiempo Norma, ha sido un gusto conocer a otra persona con Ubuntu.